lunes, 12 de abril de 2010

CULTURA PARA TODOS

Carlitos Faxas García, brillante pianista cubano, concluyó sus estudios en el conservatorio de música allá por el año 1977 ó 1978. Inmediatamente fue contratado por el Ballet de Camagüey, una de las más prestigiosas compañias de ballet de Cuba.
En aquellos años, esa compañía realizaba actuaciones no sólo en los teatros importantes, sino también en pequeños poblados campesinos y municipios apartados. Para esas funciones especiales, se preparaba un repertorio fácil de representar, tomando en cuenta las escasas condiciones técnicas de muchos escenarios, la mayor parte improvisados.
En cierta ocasión, la función de la noche estaba programada para la Casa de la Cultura de un municipio perteneciente a una provincia vecina.
Un animador de espectáculos, salido de algún oscuro cabaret, fue designado por las autoridades de Cultura municipal para presentar la función del ballet de Camagüey a los pobladores.
En la Casa de la Cultura la grabadora estaba rota y lo único que increíblemente funcionaba bien era un piano de cola que milagrosamente no tenía comején.
Así pues, la función completa sería bailada al compás del piano, que interpretaría Carlitos Faxas García.
Para comenzar la función, se escogió un Pas de deux que bailarían dos grandes del ballet en Cuba, cuyos nombres no es prudente mencionar. Pero a los efectos de esta narración los llamaré Ada García y Orlando Rodríguez.
El animador, con un saco de anticuado diseño, con bordado de lentejuelas, salió a presentar el pas de deux:

- !Respetable público, muy, pero que muy buenas noches!... -aquí hizo un gesto indicando al público que debía aplaudir -La casa de la cultura del municipio......................... viste sus mejores galas para recibir a... !El Ballet de Camagüeeeyyyy!– Otro gesto indicando el aplauso, seguido por el aplauso real del público.

El animador continuó:

-Esta noche, la función comenzará con el "pasdedeus" – Si, así mismo lo dijo, seguido de risas en el público- ...Nocturno, interpretado por la primera bailarina Ada García y el primer bailarín Orlando Rodríguez, con música de Federico Chopin.

Nuevamente el público, que aunque no lo parezca sabe, aplaudió. Con el sonido de los aplausos, entraron a escena los dos bailarines y el pianista, ocupando sus puestos para comenzar. La pareja de baile asumió la pose inicial. Pero entonces...

-¡Aquí tenemos ya... –dijo sorpresivamente el animador saliendo nuevamente al escenario- ...a Ada Gaaarcíaaa, para quien pido un aplausooo!

Ada, sorprendida y divertida, sale de la pose inicial del ballet y saluda al respetable.

-¡Y este joven valor del ballet cubano es Orlando Rooodrígueeez!

Más aplausos y algunas risas. Orlando saluda discretamente inclinando la cabeza.

-Y ya los dejo para que disfruten del ballet “Nocturno” no sin antes pedir... –señalando a Carlitos, sentado frente al piano- ...un aplauso para el pianista y compositor ¡Feeederico Chooopiiin!

Contado por Carlitos Faxas García.
Si no me creen, pregúntenle al maestro Carlos Faxas que actualmente radica en España y trabaja con la Compañía Nacional de Danza.

NOTA: Esta historia es verídica y pertenece al libro aun inédito “LOS HUEVOS POR AGUA” del mismo autor de este blog.

2 comentarios:

  1. Me parece interesante tu blog, la publicación de comentarios se realiza , pinchado en la opción comentarios, que hay debajo de cada post. Han de tener cuenta en "Comentar como: Seleccionar perfil", que aparece debajo de la ventana del comentario que se quiera hacer. Como este.

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  2. Se me borro el primer comentario pero insisto por eso te repito que esto es mas complejo que lo que te dijeron, vuelvo a la carga,me encanto esta historia y se que a los cibanos le pasan cada cosas y esta es un ejemplo, sigue que nos ayudas mucho, gracias y palante

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