miércoles, 21 de julio de 2010

EL TALLER

Desde años se ha desarrollado en Cuba una iniciativa social consiste en ubicar laboralmente en talleres para trabajos manuales poco complicados a personas con algún tipo de limitación física o mental. Es algo hermoso por lo humano de la idea.
En dichos talleres estos cubanos y cubanas aprenden a fabricar piñatas, reparar calzado, bordar pañuelos o canastilla y otras habilidades adecuadas a su limitación, además de ganarse la vida humilde pero decentemente.
Pero a veces, la crueldad popular y el humor negro de personas sin limitaciones físicas (pero con bastante minusvalía social) han apodado a estos lugares con nombres burlescos. En el barrio en que nací, La Timba, teníamos un taller al que algunos le decían “Plan Tareco”.
En un pueblo del centro de la isla, muy cerca del Banco de esa localidad, está ubicado uno de estos talleres.
Señalando el lugar, a mediación de cuadra, un mediano pero visible cartel pintado sobre madera anunciaba:

TALLER DE MINUSVALIDOS

Evidentemente, este anuncio puede tener doble lectura, pero para que una de esas lecturas quedara bien clara, algún chistoso añadió debajo:

SE REPARAN COJOS A MITAD DE PRECIO

Informante anónimo

NOTA: Esta historia es real. El lugar es Cumanayagua, en Cienfuegos. El texto pertenece al libro inedito LOS HUEVOS POR AGUA del autor de este blog.

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