Algunos humoristas se encontraban un día por el habanero reparto Siboney y sentían hambre.
Preguntaron a algunos vecinos de la zona si conocían de alguna cafetería cercana y todos indicaban “la casa de los Aleluya”. Así conocían los vecinos a una familia de personas muy cristianas y propietarias de un pequeño negocio de alimentos elaborados.
Hacia allí se dirigieron los hambrientos humoristas (perdón por la redundancia) y encontraron una linda residencia con un área del jardín habilitada para cafetería, con un mostrador y encima del mostrador una tablilla de anuncios informando la oferta gastronómica del día:
SOLO DIOS DA
Pan con mayonesa
Pan con pasta
Pan con tortilla
Refresco
Café
NOTA: Reportado por Osvaldo Doimeadios, entonces director del Centro Promotor del Humor. Esta anécdota es veridica y pertenece al libro aun inedito LOS HUEVOS POR AGUA del mismo autor de este blog.
jueves, 29 de julio de 2010
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Que raro esta ese Dios!!!!! Jajajajaja
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