viernes, 20 de agosto de 2010

NUEVAS HISTORIAS DEL VITRIOLO. LA ÓPERA Y EL RECLUSORIO "CRICA SECA"

LA MARQUESA DE ALBAÑALES AGUAS APORTA UNA ANÉCDOTA SOBRE MARGOT TRONCOSO OCURRIDA PREVIAMENTE AL FALSO ASESINATO DE MARUCHI PICHARDO.



A: Margara Teodosia de Hoyos Grandes,
Baronesa de Bembo Suelto


Márgara de mis revolturas:

Si me decido a escribirle en esta amarga tarde de jueves, es por el abyecto vicio que he adquirido, cual nódulo metástico, de hacerme presente en su miserable existencia y para arrojar luz meridiana sobre un pasaje de la vida de Margot Troncoso y Maruchi Pichardo. Es la historia del tristísimo día en que, luego de titánicas sesiones de afeminamiento, mi Lázara y yo logramos que Margot cantara en un teatro. Ya entonces era la compañera de celda de Julia Sotolongo y posteriormente supuesta asesina de Maruchi Pichardo.

Su debut en los ámbitos coincidió en ser su única presentación operática. Esa misma noche se vio forzada con vergonzosa premura, a abandonar esta pasión de toda una vida por el Bel Canto. Y es que, habiendo sido agraciada con un timbre gráznico pero ligeramente afinado y muy a pesar de una espartana formación lírica, su propensión a la baraja, la reyerta de tumulto y el alcohol boricado la perdieron para siempre.

Habíamos dedicado muchos esfuerzos para que fuese ella la protagonista insuperable en el estreno mundial de la opereta de estructura dramático-lírico “TI DONO LA PRÍSTINA RAJA” que compusiera el maestro SOBAES COJONIO en su mocedad.
No pocos esfuerzos nos llevó convencer a Maruchi Pichardo para que asumiera las labores de dirigir la orquesta de reclusas del reclusorio CRICA SECA, toda vez que Maruchi a la sazón en su vida sólo había tocado las claves en un conjunto del batey donde había nacido y fue para robárselas.

Pues lo ocurrido en el estreno mundial de la opereta y debut de Margot como prima donna operaria (que no operística) fue nada desdeñado por las crónicas rojas de la época.

Ya a mitad de la función, sucedió que mientras interpretaba el aria “…IL DOLCE SABORE DI LA TRANCA”, y en el preciso minuto en que entonaba el verso que reza: “…DONDI PREGO MI FA” recordó que Maruchi (que además desde el estrado también asumía el papel de la abadesa coreana) le había sustraído un paquete de detergente industrial marca “FAB” hacía dos semanas.

Ya no tuvo en cuenta la Del Troncoso los dolorosos avatares que la llevaron hasta aquel escenario, olvidó del modo más irresponsable los años que empleamos sus amigas para que la directora del Teatro de la Ópera del reclusorio Crica Seca la admitiera con el nombre artístico de Macha Toscana, olvidó que estaba frente a un público de catorce personas (pagadas de antemano) y envuelta en gasas, tules y perlas, olvidó que hubo que atarla dos horas antes para lograr pintar sus uñas y labios (los ojos ni muerta!!!, gritaba) y poseída por un odio irracional hacia la mínima Maruchi y por un rencor que muchos advirtieron demasiado viril, de espaldas a proscenio, ya el terciopelo en jirones, ya la greña en bandolera, ya blumer en mano, la agarró del cuello con una mano mientras con la otra, cual garra ranchobolleril, ya introducía en el recto de Violeta el trozo de tubería de ¼ de pulgada que le servía de batuta.

Esta, cara Teodosia, es la más verídica y justa versión de cuantas se tejieron luego a propósito del brevísimo paso de La Troncoso por el escenario operístico. Poco después fue el incidente del callejón “El Sopapo” donde hasta hoy habíamos creído que Maruchi feneciera a manos de Margot y Julia.

Ya sé, querida Márgara, que me reprochará la brevedad de esta esquela; sólo ruego a Dios que esta aclaración, que no lleva visos ofensivos, no interrumpa el curso de nuestra urticante correspondencia.

Queda de Ud, con renovadas intenciones criminales, su siempre:


Marnia Mirna de la Gándara y de la Cuétara Pajarón.
Marquesa de Albañales Aguas

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